La Carta de San Francisco para constituir la Organización de Naciones Unidas, expresa en su preámbulo:
“Nosotros los pueblos de las Naciones Unidas resueltos a preservar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra que dos veces durante nuestra vida ha infligido a la Humanidad sufrimientos indecibles, a reafirmar la fe en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la persona humana….”
En su génesis la ONU dejó establecido que el respeto a los derechos humanos es una de las razones de ser de dicha institución.
El político socialista portugués Antonio Guterres, actual Secretario General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), acaba de escoger a la también socialista Michelle Bachelet, ex presidenta de Chile, para asumir el cargo de Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU, una posición clave dentro de la estructura de la ONU.
Sin embargo, el historial de la Bachelet no la avala para esa altísima responsabilidad, más bien la descalifica. Por eso al enterarse de la noticia la embajadora de EE.UU en la ONU, Nikki Haley, le pidió a la Bachelet que se ocupe de Cuba y Venezuela. Claro, nadie espera que lo haga ahora, pues siempre ha apoyado a la dictadura castrista y la chavista.
Los cubanos recuerdan cómo de visita en La Habana, en febrero de 2009, durante una reunión con dirigentes castristas, a la entonces presidenta de Chile le avisaron que Fidel Castro aceptaba recibirla. La admiradora de Castro y del Che Guevara dejó plantados a sus interlocutores y salió disparada a abrazarse y tomarse fotos con el peor tirano en la historia de las Américas.
Al morir Fidel Castro, en un mensaje a su hermano Raúl, la Sra. Bachelet calificó al fallecido dictador como “líder por la dignidad y la justicia social en Cuba y América Latina”. Bachelet también era pródiga en elogios a Hugo Chávez, y pese que el teniente coronel estaba aplastando los derechos humanos de los venezolanos, destacaba “su profundo amor por su pueblo”, y “por generar una vida mejor para todos y por su profundo amor por América Latina”.
Siempre se negó a condenar a Nicolás Maduro. En julio de 2017 Bachelet fue criticada por Human Rights Watch y por su compatriota José Miguel Vivanco, por su “grave error” al “no caracterizar al régimen de Maduro como una dictadura”.
Pese a haber sido la primera presidenta de UNASUR, a la izquierdista Bachelet jamás le importó la brutal represión y el encarcelamiento de los opositores cubanos y venezolanos. Nunca recibió a ninguno de visita en Chile. No fue capaz de condenar –ni en algún momento de “debilidad” ideológica—la represión en países gobernados por populistas de izquierda, ni cuando las apaleadas eran las Damas de Blanco (pese a haber sido directora ejecutiva de la oficina para la mujer de la ONU).
La decisión de Guterres tiene todas las trazas de haberse basado en razones político-ideológicas, más que en la idoneidad de la ex mandataria para asumir la defensa de los derechos humanos como consigna la Carta de la ONU.
Pero, en realidad, este nombramiento no constituye un error del nuevo Secretario General de la ONU, sino una deliberada decisión estratégica para continuar el control hegemónico de cargos claves de esa institución por parte de una izquierda ajena al dolor que no venga de sus filas.
Fundación para los Derechos Humanos en Cuba (FHRC)
El arbitrario encarcelamiento de José Daniel Ferrer
¿Qué buscan Raúl Castro y Díaz-Canel al detener de forma arbitraria a José Daniel Ferrer?¿Por qué provocar una ola de solidaridad internacional en su favor deteniéndolo por un irrelevante accidente de tránsito que no provocó muertos, heridos ni daños importantes a los respectivos vehículos?
Es de suponer que la prioridad de la elite de poder cubana hasta febrero sea neutralizar toda iniciativa que deslegitime o ensombrezca sus actuales piruetas “constitucionalistas”. En ese caso, quizá la respuesta a esta situación haya que buscarla en el proyecto Cuba Decide lanzado por Rosa María Payá y al que UNPACU, la organización que encabeza el ahora detenido José Daniel Ferrer, decidió apoyar con su membresía.
El gobierno pudiera pensar que una manera de obstaculizar que esas personas se involucren en las gestiones de apoyo a Cuba Decide es poniendo al líder de UNPACU en un calabozo bajo cualquier pretexto baladí. Pero esa acción ha provocado una ola de solidaridad internacional con Ferrer, lo cual era bastante previsible. Desde un inicio, muchas organizaciones como la OEA, Amnistía Internacional y otras del exilio, como la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba, hemos exigido su libertad. Otras se siguen sumando.
Entonces, ¿qué busca realmente el régimen cubano con prolongar este conflicto, a todas luces autoprovocado e innecesario, con José Daniel Ferrer?
¡Libérenlo de inmediato!
Agosto 13, 2018
|
|