El primer premio de $300 dólares del concurso MI BARRIO PRÓSPERO Y FELIZ fue para el trabajo de la matancera Arlenys Miranda Mesa.
El concurso consistía en seleccionar y argumentar tres acciones entre un listado de diez propuestas que pudieran mejorar de inmediato la oferta de bienes y servicios en el barrio, y fomentar la prosperidad de la comunidad. También se aceptaban otras ideas fuera del listado.
El concurso contó con 604 trabajos de toda la Isla. Entre las tres propuestas más populares estuvieron:
- Levantar todas las restricciones a los cubanos, sea cual sea su lugar de residencia, para participar a plenitud en todos los sectores de la economía y prestación de servicios del país.
- Eliminar las empresas intermediarias estatales para la contratación de fuerza laboral cubana, es decir, autorizar la contratación directa de los trabajadores y el establecimiento de asociaciones independientes de profesionales, propietarios y trabajadores.
- Permitir el acceso a Internet libre con calidad y en forma económica para todos los cubanos.
Arlenys Miranda propone que se eliminen todas las restricciones que impidan la privatización para la producción de bienes y la prestación de servicios. También que se provea al sector privado de una red mayorista para la compra de productos, así como la posibilidad de comprar directamente en el exterior de la Isla. Adicionalmente, insiste la importancia económica de internet para el desarrollo empresarial.
Dice Arlenys: “¿Por qué deberían los responsables de las políticas preocuparse y facilitar la legalización de los emprendedores?, porque los emprendedores creativos no son una mera consecuencia del desarrollo, sino un motor fundamental del crecimiento, el desarrollo y la transformación de las sociedades de ingresos bajos caracterizadas por la productividad reducida y el empleo de subsistencia, en economías dinámicas caracterizadas por la innovación y el aumento del número de trabajadores bien remunerados. Necesitamos una economía donde las riquezas que se generen satisfagan al negociante, los bienes que se ofertan satisfagan al cliente, y los precios beneficien a ambos“.
Arlenys dedica este trabajo a su padre quien quedó incapacitado a los 53 años al perder en un accidente la mano izquierda y 2 dedos y medio de la derecha. Luego de una severa depresión por su nueva condición decidió que tenía que continuar viviendo para mantener a su esposa e hijas. “Había perdido las manos, pero le quedaba su mayor activo: su mente”, dice Arlenys.
El padre de Arlenys mprovisó un motor para chapear jardines; rehízo otro motor que convirtió en el molino para triturar maíz. Ese molino se convirtió en el molino del pueblo, capaz de moler cuanto cosa la gente quiso moler. Plantó matas de aguacate y mamey para vender los frutos durante la temporada. “Siempre tenía trabajo que le daba sentido a su vida. Mientras más trabajaba más prosperaba”.
En su lecho de muerte le dijo a su hija: “No entiendo cómo es que hice más dinero sin manos que con manos”. Su hija le respondió: “porque prosperar no depende de las manos, sino de la capacidad para crear y trabajar con incentivo para el beneficio propio y el de los demás”.
Arlenys considera que la experiencia de su padre “es un ejemplo de que el cubano sí puede desligarse del Estado, trabajar honradamente y prosperar”.
Los premios de $100 dólares fueron otorgados a Alejandro Salas (Holguín), Oscar Rodríguez (Sancti Spiritus), Alexei Cruz (Matanzas), Rogelio Rivas (La Habana) y Ernesto Almaguer Díaz (Holguín).
Recibieron premios de $50 dólares José Michel Bermúdez (Sancti Spíritus), Yordanie Ramos (Las Tunas), Pedro Lago (Las Tunas), Yasnel Pompa (Matanzas) y Yamil Rodriguez Guzman (Villa Clara).
El Concurso MI BARRIO PRÓSPERO Y FELIZ es una iniciativa de FHRC con la aplicación Apretaste.
FUNDACIÓN PARA LOS DERECHOS HUMANOS EN CUBA (FHRC)
Octubre 10 2018