LA SITUACIÓN
El trabajo esclavo y la trata de personas se han convertido en los nuevos pilares de ingreso para el gobierno comunista de la isla. El informe mundial anual del Departamento de Estado de EE. UU. Calificó a Cuba en el Nivel 2 para la trata de personas en 2018. El informe critica específicamente la exportación de personal médico del gobierno cubano a otros países como de naturaleza explotadora.
Mientras la mayoría de los que están atrapados en estos acuerdos laborales similares a los esclavos son profesionales médicos, existe una tendencia creciente de vender productos similares a los ciudadanos cubanos al mejor postor internacional con poca o ninguna compensación para el trabajador.

Veamos la situación de los médicos formados en Cuba.
El gobierno hace arreglos para que sus profesionales médicos trabajen en el extranjero en otros países durante un largo período de tiempo, desde varios meses hasta varios años. El país que recibe a estos profesionales médicos paga por sus servicios, y todo el dinero va al gobierno cubano.
El estado mantiene el 85-90% de los ingresos como ingresos del gobierno.
Durante su estadía en el extranjero, los ciudadanos cubanos están sujetos a una supervisión constante, vigilancia y estrictos toques de queda.
Se envían a áreas remotas y peligrosas donde los médicos de los países anfitriones ni siquiera se aventuran.
A los sospechosos de planear huir o no regresar a Cuba se les pueden confiscar sus propiedades, retener sus ganancias o encarcelar a sus seres queridos. Escapar a otro país es imposible, ya que sus pasaportes son retirados al llegar a su destino de asignación.
En los últimos 60 años, casi 60,000 misiones han sido llevadas a cabo por médicos cubanos.
Más de 65 países participaron en el apoyo a este sistema de trabajo esclavo, todo en beneficio del régimen cubano.
LA SOLUCIÓN
Las personas de todo el mundo que valoran los derechos humanos y las libertades fundamentales deben unirse para hablar en contra de la trata de personas y las prácticas modernas de esclavitud.
FHR Cuba está liderando el camino para educar y servir como una voz para los cubanos explotados por su propio gobierno. Nuestro objetivo es luchar contra la trata de personas y la explotación de las personas de Cuba para que puedan recibir todos los frutos de sus labores.
Apoyamos a los trabajadores cubanos por:
-
Proporcionar materiales educativos
Proporcionar materiales educativos y sesiones informativas en persona para funcionarios gubernamentales en los Estados Unidos. Nuestro objetivo es ayudarlos a comprender cómo pueden legislar de manera más efectiva para detener las prácticas estatales de trata de personas en Cuba.
-
Facilitando conexiones
Vincular a los profesionales médicos cubanos que huyen a los EE. UU. Con abogados dispuestos a proporcionar la defensa legal que necesitan para reclamar efectivamente sus derechos ante los tribunales de EE. UU.
-
Profesionales legales de apoyo
Proporcionar servicios de consulta gratuitos a aquellos abogados que estén dispuestos a asumir la defensa del derecho a la compensación de los médicos que lo exijan a sus victimarios.
EL IMPACTO
Los esfuerzos del FHRC contra las prácticas cubanas de trata de personas ya han resultado en grandes pérdidas de credibilidad y cientos de millones de dólares en pérdidas de ingresos para el estado cubano, lo que limita los recursos disponibles para la represión interna.
8,000+
Número de profesionales cubanos de trabajo forzado que han huido a los Estados Unidos.
$600M+
Dinero estimado que el gobierno cubano ha perdido en un año por deserciones, incluidas las cancelaciones de programas.
CÓMO PUEDES AYUDAR
Gracias a los partidarios de FHRC, el gobierno cubano sigue viendo disminuir sus ingresos laborales a medida que más y más profesionales enviados al extranjero encuentran el valor para denunciar su situación y dejar atrás sus situaciones opresivas.
Con su ayuda, podemos continuar brindando apoyo a los médicos cubanos y otros profesionales explotados como esclavos del estado y crear conciencia entre los responsables políticos para que actúen de manera decisiva para detener esta situación inaceptable.