Miami, julio 16, 2023- La Fundación para los Derechos Humanos en Cuba (FHRC) acoge con beneplácito la designación del Departamento de Estado de Cuba como un país de Nivel 3 en su recién publicado Informe sobre la trata de personas (Siglas en inglés: TIP) de 2023. Los países en la categoría de Nivel 3 son aquellos que no cumplen plenamente con los estándares mínimos en materia de tráfico de personas. No hay peor categoría.
Como en años anteriores, el elemento más preocupante de este informe del Departamento de Estado es la confirmación de que el gobierno de Cuba continúa lucrando con la trata de personas patrocinada por el Estado. Este tráfico humano auspiciado por el Estado cubano ocurre mediante el envío de trabajadores al exterior utilizando “tácticas engañosas y coercitivas”. Este esquema se emplea principalmente en los programas de misiones médicas de Cuba.
Como parte de sus hallazgos, el Departamento de Estado de EE. UU. expuso lo siguiente en el informe TIP de 2023: “El gobierno [cubano] no informó regularmente a los participantes sobre los términos de sus contratos, que variaban de un país a otro; confiscó sus pasaportes y credenciales profesionales; y retuvo una cantidad significativa de los salarios de los trabajadores. El gobierno [cubano] recurrió a sus leyes para amenazar, coaccionar y castigar a los trabajadores y sus familiares en caso de que los participantes abandonaran el programa”.
FHRC se enorgullece de haber dedicado tiempo y esfuerzo a lo largo de los años para exponer el horror de estas misiones médicas cubanas. El tráfico de médicos cubanos y otros colaboradores en el extranjero también ha sido ampliamente documentado y denunciado en foros internacionales como la Corte Penal Internacional y la Comisión de Derechos Humanos de la ONU y por otras destacadas Organizaciones No Gubernamentales.
El director ejecutivo de FHRC, John Barsa, hizo el siguiente comentario: «Este último informe del Departamento de Estado de EE.UU. sobre las continuas ganancias que obtiene la dictadura cubana del trabajo humano esclavo confirma lo que muchos de nosotros dolorosamente ya sabemos, y que debería ser obvio para todos: al régimen cubano no pueden importarle menos las normas jurídicas o los derechos humanos universalmente aceptados. El régimen existe y opera solo para mantenerse en el poder a expensas de los derechos civiles y las libertades de su propio pueblo. Tratar al gobierno de Cuba como cualquier otra cosa que no sea un Estado paria, es un acto premeditado de ceguera”.