Un reportaje de la revista Semana, centrado en un informe de varios organismos colombianos a la presidencia del país, advierte que hay planes cubanos para interferir en las elecciones de 2022, desestabilizar al país e incluso afectar su seguridad nacional.

En el documento enviado al palacio presidencial, la Casa de Nariño, Estrategia de injerencia cubana en asuntos de independencia y soberanía de Colombia se advierte: “Cuba ejecuta una estrategia de injerencia en Colombia a través de la orientación de cubanos con cobertura diplomática en organizaciones sociales solidarias, la infiltración de programas de cooperación con autoridades locales y su financiación por medio del ELN (el terrorista Ejército de Liberación Nacional)”.

El embajador de Cuba en Colombia, José Luis Ponce Caraballo, es mencionado en el informe, recordando su expulsión de Estados Unidos por espionaje el 19 de agosto de 1996. Fuentes de la investigación dijeron a Semana que se indaga si él y su segundo en Bogotá estarían al tanto del plan cubano de injerencia indebida en los asuntos internos del país.

En mayo de 2018 martinoticias.com publicó un reportaje del investigador cubano Luis Domínguez “Amplio centro de espionaje en embajada de Cuba en Colombia”, sobre la presencia en la legación cubana en Bogotá de cerca de una decena de espías de la Dirección de Inteligencia de Cuba, algunos tan veteranos como el propio Embajador y coronel de la DI José Luis Ponce Caraballo.

El trabajo de Domínguez identificaba a otros dos altos oficiales de inteligencia cubanos en la pequeña embajada del barrio del El Chicó: el jefe de centro de la DI en esa sede, Joel Marrero Enríquez, un teniente coronel bajo cobertura de Consejero de Prensa, y Julio Cesar Guillén Villela, Primer Secretario de la sede. Según el Directorio del Cuerpo Diplomático acreditado en Colombia Guillén Vilela ya no se encuentra allí, pero Ponce y Marrero sí.

El dosier también toma nota de la entrada al país entre 2017 y 2020 de 1500 supuestos entrenadores deportivos, 900 maestros y 1500 médicos cubanos no avalados por convenios de cooperación.

El informe citado por la revista Semana precisa que las actividades de injerencia cubanas estarían camufladas por el legal Movimiento Colombiano de Solidaridad con Cuba (MCSC), que tiene una relación estrecha con el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP), actualmente dirigido por el ex espía de la Red Avispa Fernando González Llort.

Según el informe a la presidencia de Colombia, este movimiento consta de 23 casas de solidaridad en todo el territorio colombiano, algunas vinculadas al Frente de Guerra Urbano Nacional del ELN, que las financia a través de rifas y eventos.Las autoridades consideran que por medio de esta organización se propician labores paralelas de reclutamiento-adoctrinamiento de jóvenes, con un perfil de inconformidad y vulnerabilidad al no recibir apoyos del Estado, y se impulsa la protesta social para golpear al actual Gobierno y generar un ambiente de inestabilidad y caos.

En noviembre de 2019 the  Foundation for Human Rights in Cuba publicó un editorial titulado “Democracia colombiana rechaza asalto de Cubazuela”. Allí se comentaba:

“Como una copia al carbón de lo sucedido antes en Chile y Ecuador, vándalos organizados intentaron secuestrar una legítima protesta democrática incendiando edificios públicos, comercios y el Transmilenio, corazón del sistema de transporte público de Bogotá”.

“La prensa de Colombia reportó como esta minoría de encapuchados instigadores del caos y la violencia, eran rechazados por los verdaderos manifestantes”.

Después de quedar evidenciados los intentos de Rusia, China e Irán por influir en los comicios estadounidenses, el reportaje de “Semana” cita el informe secreto acerca del “posible impacto que pueda tener la injerencia cubana en un año electoral en la región. Ecuador, Perú y Chile vivirán elecciones presidenciales en los próximos meses, y Colombia también elegirá presidente el otro año. La preocupación de fondo, según este documento, radica en la posibilidad de que la interferencia del eje Cuba-Rusia-Venezuela termine siendo determinante en esos comicios para favorecer a la izquierda, que en los últimos años había venido perdiendo terreno político en el (sub)continente”.

Los redactores del informe estiman: “Hoy, Colombia es considerada la joya de la región porque a lo largo de su historia reciente ha podido mantener blindadas sus instituciones y su democracia a pesar de todas las amenazas e interferencias de Gobiernos extranjeros”.

De hecho Colombia representó una cuña geopolítica democrática durante el avance del llamado socialismo del siglo XXI en la región. Pero en el dosier secreto sobre la injerencia de Cuba se dice que ”las autoridades identificaron que los tentáculos cubanos tienen interés, simpatía y relación cercana con un aspirante a la Presidencia”.

El reportaje de Luis Domínguez en 2018 tomaba nota de como “la Embajada cubana (en Colombia) mantiene normalmente una dotación de 15 diplomáticos, pero cuatro más llegaron a finales de 2017 y principios de 2018 para reforzar el equipo en este año de elecciones en Colombia, y buscar vías de ayudar a los partidos afines al régimen de La Habana”.

El nuevo gobierno demócrata de EEUU no debe dejarse arrastrar por el ala radical de ese partido para retomar el criterio sembrado por la espía Ana Belén Montes sobre la supuesta intrascendencia de Cuba como amenaza a su seguridad nacional y, especialmente, a la de sus aliados democráticos en el hemisferio.

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