“Cuba salva, sana y siembra futuro”. Con esa melodramática frase Díaz-Canel logró anotarse un titular del periódico Granma al superar –valga aquello de que “siempre se puede más”– la prosa mediocre que los funcionarios del Departamento Ideológico del Partido imponen cada día a su periódico oficial. ¡Y luego se quejan de que los ridiculicen en las redes sociales!
Es de suponer que al decir “Cuba” Díaz-Canel se refiere a la pandilla de incompetentes que desgobierna el país. “¿Salva y sana?” Cualquier ama de casa podría decirle que ya no encuentra en ninguna farmacia las medicinas que requiere regularmente para sanarse y salvarse de la muerte.
Pero lo mas “poético” es cuando dice eso de “sembrar futuro”. Quizás pretendió hacer un plagio de una muy vieja canción de Silvio Rodríguez cuyo estribillo repetía “te convido a creerme cuando digo futuro”. ¡Por Dios santo! ¡De eso hace casi medio siglo! ¿Nadie le ha informado a Díaz-Canel que el futuro ya llegó? Ya lo vivimos y no funciona.
Cuando Silvio cantaba esa canción se construían las escuelas en el campo que hoy son albergues insalubres para cubanos sin techo. Dos expectativas, entre muchas otras, hechas añicos: educación y vivienda. Ni el comunismo nos condujo a un “futuro de hombres de ciencia” sino de cuentapropistas luchando por sobrevivir (los científicos emigraron o sobreviven de forma miserable), ni la promesa de una vivienda digna para cada familia cubana hecha en el manifiesto del Moncada se cumplió nunca.
El futuro llegó hace rato, señor Díaz-Canel. Hoy miles de familias tratan se “salvarse” de un derrumbe o, si pueden, emigran para salvarse del paraíso que les prometieron. Y lo que ustedes están sembrando hoy son explosiones sociales. Explosiones que son 100% hechas en Cuba. No son “made in USA” como usted insiste en afirmar.
¿Por qué? Porque el sistema socialista no funciona. Lo dijo el propio Fidel Castro en el año 2010: «El modelo cubano ya no funciona ni siquiera para nosotros». Pero no se trata del modelo cubano, es el socialismo el que no funciona. El economista ucraniano Oleh Havrylyshyn y el reconocido autor Marian L. Tupy demostraron que 25 años después de la caída del muro de Berlín todos los países del excampo socialista tienen hoy mejores indicadores de Producto Interno Bruto y de Índice de Desarrollo Humano.
Consejo: el pueblo cubano ya sufre bastante con su incompetencia, no lo haga sufrir adicionalmente con su mediocridad poética. La poesía no es lo suyo. De lo contrario no se queje si se burlan de usted en las redes sociales. No hay que sembrar futuro. Hay que sembrar boniato, arroz, plátanos y darle libertad a los campesinos para producir y comercializar. Deje la poesía y evite la hambruna que se acerca.
Publicado originalmente en Diario de Cuba