A solicitud del Observatorio Cubano de Conflictos hacemos pública la siguiente carta abierta de la Liga de Campesinos Independientes y la Federación Latinoamericana de Mujeres Rurales (FLAMUR, Capítulo Cuba) dirigida a cinco economistas cubanos que propusieron reformas a la agricultura en Cuba
A: Estimados Pedro Monreal, Julio Carranza, Humberto Pérez, Fidel Vascos y Joaquín Benavides.
De: Esteban Ajetes Abascal, Liga de Campesinos Independientes, y Lisandra Orraca Guerra, Federación Latinoamericana de Mujeres Rurales (Cuba)
Fecha: septiembre 27, 2020
Economistas,
Hemos visto con alegría que las ideas sobre la producción agrícola que ustedes publicaron este mes -y que, según explicaron, forman parte de una propuesta de reforma económica general que enviaron privadamente al gobierno en junio-, se asemejan mucho a las que hiciéramos los campesinos independientes desde inicios del mes de abril.
Nuestras propuestas son las siguientes:
- Libertad para la producción y distribución de nuestros productos.
- Libertad para fijar los precios de nuestros productos de acuerdo al mercado.
- Libertad para importar y exportar directamente, incluso de Estados Unidos, donde está comprobado que sus leyes no lo impiden, por nuestra condición de campesinos independientes.
- Eliminar por diez años todos los impuestos a productores y procesadores de alimentos.
- Entregar títulos de propiedad permanente a todos los productores agrícolas.
Por nuestra parte hemos alertado de que o se abandona de inmediato el sistema de monopolio estatal centralizado en la agricultura o enfrentaremos una horrible hambruna al corto plazo. Esa tragedia no será el resultado de un desastre natural, como pueden ser una plaga o sequía. Será consecuencia directa de una mezcla de sordera ideológica e inmovilismo de parte del gobierno.
Esta perspectiva es lo suficientemente dramática como para que cubanos de cualquier latitud ideológica exijamos juntos revertir la senda que nos conduce a este crimen insensato. Basta un sentido elemental de responsabilidad cívica y decencia para estrecharnos la mano en este asunto.
Sin embargo, estimamos que nuestra responsabilidad, la de ustedes y la de nosotros, no cesa al avisar del peligro. Tenemos que adoptar iniciativas urgentes para detener y revertir -aquí y ahora- esta demencial carrera al abismo. El gobierno tiene que acabar de entender que este es un problema sistémico y que ninguna medida de mercurocromo adoptada “sin pausa, pero sin prisa” podrá conjurar la tormenta. Con talento, pero también con patriotismo, civismo y decencia, podemos prevenir esta tragedia.
Disculpen nuestro lenguaje no académico. Somos así. Los campesinos hablamos claro.
Respetuosamente,
Esteban Ajete, Liga de Campesinos Independientes
Lisandra Orraca, Federación Latinoamericana de Mujeres Rurales (Cuba)