Hoy jueves 20 de junio se ha dado a conocer que el régimen cubano ha sido incluido en el informe anual del Departamento de Estado de EEUU entre los países que se destacan por auspiciar el tráfico humano y el trabajo forzado, la llamada esclavitud moderna.

Para los nacidos en la otrora próspera isla, ese hecho representa una genuina vergüenza. El nombre de Cuba ya no sale asociado a triunfos deportivos o logros científicos. Por el contrario, cada día que pasa la prensa trae nuevas razones para vergüenza del país.

Venezolanos y nicaragüenses, que apenas sobrevivieron las torturas en las mazmorras del llamado socialismo del siglo xxi, han denunciado la participación de represores cubanos en sus martirios? ¿Cuán bajo se puede caer? La liberación de esos pueblos pasa hoy por la retirada de los cubanos. Los muros latinoamericanos ya no piden al yanqui irse a casa sino a los cubanos.  

En medio de una nueva agudización de su endémica crisis económica, Cuba apenas puede exportar azúcar o café, pero continua comercializando a sus profesionales de la represión y a médicos esclavizados.

La Fundación para los Derechos Humanos en Cuba exige el cese del tráfico y explotación de los médicos cubanos y la inmediata e incondicional retirada de los militares y especialistas en represión que hoy desangran a otros pueblos de este hemisferio. 

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