La Fundación para los Derechos Humanos en Cuba (FHRC) apoya las fuerzas del cambio hacia una sociedad libre, abierta y democrática y también próspera.

No podemos posponer la tarea de pensar los caminos de la prosperidad.

A fin de conocer su criterio sobre el potencial de Cuba para hacer un cambio exitoso hacia una sociedad próspera para todos los cubanos reunimos en un coloquio a tres reconocidos expertos en estos temas: el Dr. Jorge Sanguinetty, economista y consultor en varios países con transiciones económicas; el consultor Emilio Morales, especialista en marketing y presidente de Havana Consulting Group y el exitoso empresario cubano americano Domingo Moreira.

Las excepcionales ventajas cubanas para lograr un cambio exitoso hacia la prosperidad

  • Se estima que la combinación de todas las fuentes de capital que es factible atraer sumaría unos 50,000 a 80,000 millones de dólares en un periodo de tres años lo cual sería un colchón financiero estupendo para poder llevar a cabo el cambio con rapidez y eficiencia.
  • El país puede beneficiarse de varias fuentes de inversión y de financiamiento: la diáspora cubana (que fue la fuente de financiamiento de la mayor parte de los 60,000 emprendedores cubanos que montaron negocios en 2011), las instituciones financieras internacionales como son el Banco Mundial (cuya vicepresidenta es cubana) y el Banco Interamericano de Desarrollo (cuyo actual presidente es cubano), los fondos privados de inversión en busca de nuevos mercados y áreas para la producción, compañías y empresarios individuales, los esquemas de ajustes que puedan lograrse de las reclamaciones de los propietarios que fueron confiscados sin compensación.
  • Cuba tiene el privilegio de estar a pocas millas del mercado más importante del mundo con el que se podría negociar un tratado de libre comercio en condiciones muy favorables. En los años cincuenta ya existían campesinos en Pinar del Río que cosechaban sus tomates, los trasladaban en ferry a la Florida y en 24 horas se le vendían a los consumidores estadounidenses.
  • La población cubana es hoy transnacional y en la parte de ella situada fuera de la isla existe no solo abundante capital financiero sino también capital humano (know-how y experiencias prácticas de economía de mercado) y capital social (relaciones y acceso a redes financieras y empresariales extranjeras) adquirido por su propio desarrollo empresarial durante muchos años en la diáspora.
  • Deben darse facilidades arancelarias y de impuestos –muy bajos o ninguno sea el caso– a las inversiones que van a situarse en áreas de alta necesidad, creación masiva de empleos y rápido retorno del capital, como son los alimentos, la construcción de viviendas, los sistemas de transporte, introducción y actualización de tecnologías.
  • Cuba tiene las condiciones necesarias para hacer una transición rápida y exitosa hacia una economía de mercado y la experiencia histórica muestra que las transiciones rápidas son las más exitosas en elevar los niveles de vida de la población.

Precondiciones indispensables para el cambio exitoso

A lo largo de sus exposiciones los tres distinguidos expertos subrayaron la necesidad de ciertos cambios indispensables para iniciar ese futuro próspero.

La precondición indispensable es liberar las fuerzas productivas en Cuba de todas las trabas que hoy prohíben a los ciudadanos ejercer su derecho a buscar la felicidad creando a la vez riquezas y bienestar para toda la sociedad.

La liberación de las fuerzas productivas implica liberar el mercado, las empresas, la fuerza de trabajo, el comercio interno y exterior de toda interferencia y monopolio estatal como es el sistema de Acopio en la agricultura o el del comercio minorista por tiendas estatales o el que ejercen las empresas del Ministerio de Comercio e Inversión Extranjera sobre la importación y exportación de productos y servicios y sirviendo como única vía de atraer y aprobar inversiones de capital extranjero en el país.

Parte indispensable de las citadas precondiciones es que se cambien las leyes para reconozcan y protejan los títulos de propiedad de las tierras y negocios privados.

Perder el miedo y derribar el muro del bloqueo interno

Los cubanos tienen que perder el miedo al cambio y derrumbar el muro del bloqueo estatal interno. Una existencia mundo mucho mejor les espera no en un ambiguo “futuro” sino en su propio tiempo de vida.

La Fundación para los Derechos Humanos en Cuba se identifica con estos puntos de vista de los distinguidos panelistas. Por esa razón se solidariza plenamente con las demandas de la campaña campesina Sin Campo no hay País y la convocada para fines de este mes de octubre titulada “No más Miseria”. Ambas reclaman la liberación de las fuerzas productivas del bloqueo interno al que las ha tenido sometido por más de sesenta años el estado cubano.

¡Ya es hora del cambio!

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